Precios del café colombiano caen a su nivel más bajo en meses, mientras persisten los retos climáticos y de mercado

 

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El mercado cafetero colombiano enfrenta un momento complejo, con una caída significativa en los precios internos e internacionales del grano. Así lo confirmó Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), quien compartió recientemente en su cuenta de X un análisis sobre los impactos que los retrasos en la cosecha están generando en la dinámica global del sector.

Aunque Bahamón ha evitado generar alarma, no descarta que el panorama pueda complicarse si no se corrigen ciertos factores estructurales y coyunturales.

El 1 de julio, el precio de referencia de la carga interna de café en Colombia (equivalente a 125 kilogramos) se ubicó en $2.328.000, un nivel que no se observaba desde noviembre de 2023. Este descenso marca una diferencia de más de $550.000 frente al promedio que se había mantenido durante el primer semestre del año, cuando la carga oscilaba entre $2.900.000 y $3.000.000.

Simultáneamente, el precio internacional de la libra de café en la Bolsa de Nueva York descendió a US$2,91, cayendo por debajo del umbral psicológico de los tres dólares, algo que no ocurría desde diciembre pasado.

De acuerdo con expertos consultados por La República, esta tendencia podría mantenerse en el corto plazo si no se revierten las condiciones actuales. Entre los factores más relevantes destacan la apreciación del peso frente al dólar, las interrupciones en la producción por efectos climáticos y el reajuste global del mercado impulsado por un aumento de la oferta en países asiáticos como Vietnam.

Las lluvias intensas y la alta nubosidad en regiones cafeteras de Colombia han afectado la floración y los ritmos normales de recolección, disminuyendo la cantidad de sacos disponibles para la venta y exportación.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) también actualizó sus proyecciones globales y estimó una reducción de 700.000 sacos en la producción de Colombia para los ciclos 2025 y 2026, lo que llevaría el total nacional a cerca de 12,5 millones de sacos. De igual manera, prevé que las exportaciones del grano colombiano se reducirán en 500.000 sacos, quedando en aproximadamente 10,7 millones, impactando mercados estratégicos como Estados Unidos y la Unión Europea.

Mientras tanto, otros productores globales como Brasil y Vietnam han contribuido al reequilibrio de la oferta internacional, lo que genera una presión adicional sobre los precios. En particular, Vietnam ha registrado una recuperación notable en su volumen de producción, consolidando su influencia sobre el comportamiento global del café.

No obstante, hay cierta esperanza para el segundo semestre. Algunas proyecciones apuntan a que Colombia podría cerrar 2025 con cifras récord en volumen de producción, siempre que las condiciones climáticas mejoren y permitan recuperar el ritmo en las zonas de cultivo.

La situación, aunque desafiante, podría abrir también una oportunidad para reordenar las políticas de sostenibilidad, eficiencia y comercialización del café colombiano, manteniendo la calidad como su principal carta de presentación en los mercados internacionales.

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