Petro bajo fuego: gobernadora del valle y alcalde de Cali cuestionan su gestión con EE. UU.

 

Colombia 

La tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos se ha intensificado tras la decisión del presidente Gustavo Petro de impedir el aterrizaje de vuelos con colombianos deportados. En respuesta, Donald Trump anunció un aumento en los aranceles y la suspensión de trámites de visas, lo que llevó al mandatario colombiano a implementar medidas similares contra las importaciones norteamericanas.

La gestión de esta crisis ha generado críticas desde diferentes sectores políticos. La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, y el alcalde de Cali, Alejandro Eder, han cuestionado el manejo de la situación por parte del presidente Petro y alertaron sobre los impactos económicos negativos para sus regiones.

Toro destacó que las relaciones internacionales no deben depender de decisiones impulsivas. “Este tipo de medidas no solo generan una tormenta diplomática, sino que afectan gravemente el comercio, los migrantes, los exportadores y hasta a los viajeros”, señaló. Además, pidió al presidente Petro actuar con “sabiduría y calma” y al mandatario estadounidense reconsiderar las sanciones, subrayando los lazos históricos entre ambos países.

Por su parte, Alejandro Eder calificó de irresponsable el actuar del presidente Petro y advirtió que, de no resolverse pronto, la crisis tendrá consecuencias en la economía y la seguridad nacional. "La prioridad de Colombia debe ser restablecer las relaciones bilaterales de manera inmediata", afirmó.

A estas voces se sumó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien propuso organizar una delegación de alcaldes para viajar a Washington y buscar soluciones directas. Asimismo, Asocapitales expresó su preocupación mediante un comunicado en el que resaltaron la importancia de la cooperación con Estados Unidos, principal socio comercial de Colombia, y señalaron que la ruptura de relaciones podría debilitar las capacidades de la fuerza pública y exponer a los ciudadanos a mayores riesgos de seguridad.

El llamado general es a priorizar el diálogo y proteger los intereses nacionales ante una crisis que podría tener repercusiones económicas, sociales y de seguridad para el país.

Fuente: El Espectador 

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