EL Presidente Gustavo Petro prefirió ser discreto con sus pronunciamientos y optó por el silencio

 


Justo cuando la paz total del Gobierno pasa por otra prueba de fuego por la escalada de las acciones delictivas del ELN –ad portas de iniciar el anunciado cese al fuego–, el presidente Gustavo Petro prefirió ser cauto con sus pronunciamientos y optó por el silencio en lugar de rechazar con vehemencia los hechos de violencia de esa guerrilla que afectaron a la Fuerza Pública.

Pese a que el mandatario suele lanzar decenas de trinos en un solo día para criticar a la derecha, retuitea a activistas y bodegueros que defienden a su gobierno, y suele cuestionar duramente a sus opositores, ante el recrudecimiento de los crímenes del ELN solo hizo un escueto pronunciamiento y no ha cuestionado las acciones de ese grupo que tocan las fibras de su paz total.

El presidente guardó silencio mientras el país se horrorizaba por el asesinato de los patrulleros Samir José Vega Velásquez, Renson García Castro y Jerson David Cuevas Pineda, quienes fueron ultimados en Zulia y Tibú, Norte de Santander, a manos de guerrilleros del ELN que iniciaron un plan pistola horas antes de arrancar el cese al fuego bilateral que la Casa de Nariño decretó desde el 6 de julio.

A estos tres crímenes se les sumó el del secuestro de la sargento Karina Ramírez, del Ejército Nacional, quien fue plagiada el 3 de julio por esa guerrilla junto a sus dos hijos menores de edad y su perro mientras se movilizaba por carretera entre los municipios de Fortul y Arauca, y solo fue liberada hasta el viernes 7.

Fuente: el Colombiano


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