Un proyecto sobre el consumo recreativo de la marihuana para adultos en Colombia está a un paso de ser ley en medio de una controversia en la que el respaldo o rechazo a la propuesta ha generado alineamientos múltiples de sectores políticos, sociales y económicos.
Nunca en la historia de la legislación colombiana una iniciativa para legalizar el mercado del cannabis había llegado tan lejos. Se trata del Proyecto de Acto legislativo N° 002 de 2022 Cámara – 033 de 2022 Senado, que modifica el artículo 49 de la Constitución Política de Colombia, regulariza el consumo de cannabis entre adultos y se dictan otras disposiciones.
La iniciativa, presentada por un grupo de legisladores de los partidos Liberal, Cambio Radical y de La U ―de diversas ideologías―, cuenta con el apoyo del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Al tratarse de un proyecto que modifica la Constitución, debe completar ocho debates en el Congreso para su aprobación. Busca reformar el artículo 49, que se encuentra dentro del Capítulo II del Título 2, sobre los derechos sociales, económicos y culturales. Con la modificación, quedaría así:
"El porte y el consumo de sustancias psicoactivas no reguladas está prohibido, salvo con fines médicos y científicos".
“La prohibición prevista en el inciso anterior no aplicará para el porte y consumo del cannabis y sus derivados por parte de mayores de edad. Tampoco aplicará para la producción, distribución, venta y comercialización de esta sustancia con fines de uso adulto siempre y cuando se cuente con las licencias otorgadas por la autoridad competente, sin perjuicio del autocultivo autorizado por la ley”.
El representante ponente y autor del proyecto, Juan Carlos Losada ―del Partido Liberal―, ha explicado que el propósito del texto es regular el uso recreativo del cannabis por parte de los mayores de edad y plantear una estrategia distinta para combatir su tráfico ilegal.
“Vamos por el camino de la regulación, que es un camino para las libertades y los derechos, pero también un camino mucho más seguro para los consumidores”, aseguró el martes de la semana pasada, al término del penúltimo debate.
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En 1986, la Ley 30 que adopta el Estatuto Nacional de Estupefacientes legalizó en Colombia la dosis para consumo personal de cannabis, así como tener un cultivo de hasta 20 plantas, pero aún es ilegal venderla y comprarla. Ante esto, muchos consumidores deben recurrir a redes ilegales de microtráfico para conseguir la hierba. Con este proyecto de reforma constitucional, se pretende corregir ese vacío y regularizar el comercio del cannabis.
“Lo que va a cambiar es que vamos a poder vender marihuana de manera legal. Hoy es legal fumarla, hoy es legal consumirla, tenerla, cultivar hasta 20 plantas. Y sin embargo, los consumidores se tienen que ir a meter a redes ilegales de narcotraficantes para obtener una sustancia que es legal, poniendo su vida en riesgo, poniendo sus derechos humanos en riesgo. Eso no tiene ningún sentido”, dijo Losada este martes a varios medios.
Los legisladores que defienden la aprobación del cannabis para el consumo recreativo entre adultos buscan con ella cambiar el prohibicionismo que, según dicen, riñe con derechos fundamentales consagrados en la Constitución colombiana, como el libre desarrollo de la personalidad y la igualdad.
“Lo anterior, en tanto limita sin fundamento constitucional alguno el ejercicio de una actividad que repercute de forma exclusiva en la órbita del individuo”, señala en su justificación el proyecto a consideración del Congreso.
En 2016, durante el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos, se aprobó el uso medicinal de la marihuana en el país.
Temor por posible aumento del consumo
Los opositores dentro y fuera del Congreso a esta reforma argumentan que la medida podría aumentar el consumo de marihuana en el país, entre otros temores.
“Promover el consumo de marihuana en la juventud y en los colombianos en general no es avance, es degradación”, escribió en su cuenta de Twitter la senadora María Fernanda Cabal, del partido opositor Centro Democrático.
En esa misma línea está Marcela Torres, madre de dos adolescentes y quien considera que legalizar el uso recreativo para mayores de edad es un error.
“Si ya les queda fácil a los muchachos conseguirla, imagínese cómo será cuando ya sea legal y puedan comprarla en cualquier parte. No estoy de acuerdo, me parece una medida dañina y peligrosa”, enfatiza.
Los autores del proyecto manifiestan que “la evidencia de mercados ya regulados indica que la regulación de los mercados puede incidir en la reducción del consumo e inclusive mejorar la percepción del riesgo asociado al consumo y desincentivar prácticas riesgosas para los consumidores”.
Fuente CNN en Español