Internacional
La tensión en los mercados financieros globales volvió a niveles alarmantes este lunes, a pesar de que la situación actual no guarda relación directa con crisis como la de 2008. Sin fallos bancarios ni colapsos empresariales, los inversores reaccionaron con una sensibilidad extrema, similar a la de las grandes crisis económicas, donde cualquier declaración o tuit podía sacudir las bolsas.
La jornada inició con una fuerte caída en Wall Street, marcando la peor racha de tres días consecutivos desde 1987. Posteriormente, el temor se intensificó por una supuesta reunión de emergencia de la Reserva Federal, que en realidad era una sesión programada y rutinaria. Minutos después, un tuit falso que sugería una tregua en la guerra comercial impulsó brevemente las bolsas, aunque el alivio fue efímero al descubrirse la falsedad del mensaje.
Finalmente, el presidente Donald Trump reavivó la incertidumbre con un nuevo ultimátum a China. En un mensaje publicado en su cuenta de Truth Social, advirtió que si Pekín no retira el arancel de represalia del 34% impuesto recientemente, Estados Unidos aplicará un arancel adicional del 50% a partir del 9 de abril. Esto se sumaría al 54% ya anunciado, una cifra sin precedentes en la historia comercial entre ambas potencias.
“Si China no revierte su aumento del 34% y sus abusos comerciales antes de mañana, se impondrán nuevos aranceles. Además, se suspenderán todas las conversaciones con China. Las negociaciones con otros países comenzarán de inmediato”, escribió Trump desde la Casa Blanca.
China, a través del portavoz de su embajada en Washington, respondió que las amenazas y presiones no son el camino correcto y que protegerá sus intereses legítimos.
Mientras tanto, figuras influyentes del ámbito económico, como el inversionista Bill Ackman, pidieron a Trump considerar una pausa de 90 días en la escalada comercial. La falsa interpretación de unas declaraciones del asesor económico Kevin Hassett generó brevemente la ilusión de que la Casa Blanca contemplaba esa opción, lo que impulsó las bolsas. Sin embargo, el equipo de Trump desmintió rápidamente esa posibilidad.
Pese a la creciente presión de los mercados y de algunos sectores de su propio entorno, Trump se ha mantenido firme, insistiendo en que EE. UU. está ganando la guerra comercial y exigiendo a la Reserva Federal una baja en las tasas de interés para compensar el impacto económico.
“No hay inflación, los precios han bajado, y el país está ingresando miles de millones por los aranceles. Los débiles no deben rendirse”, señaló el presidente en otra publicación.
Con negociaciones congeladas y un clima internacional cada vez más tenso, los mercados enfrentan días de alta volatilidad mientras se espera la respuesta final de China y las próximas decisiones de la administración Trump.
Fuente: Los Angeles Times