Política
Alicia Arango, una de las figuras más influyentes del uribismo, ha anunciado su incorporación a la campaña presidencial de la periodista Vicky Dávila como estratega política. La noticia ha generado inquietud en el sector de derecha, donde varios precandidatos del Centro Democrático ven en este movimiento una señal de realineamiento.
Dávila, quien se ha posicionado como una candidata “antipolítica” e independiente, celebra la llegada de Arango. “Bienvenida Alicia Arango al equipo. Vamos a sumar con todos los que quieran derrotar a la izquierda radical”, escribió en redes sociales.
Con más de 30 años en la política, Arango ha estado en el corazón del poder desde el gobierno de Ernesto Samper hasta los mandatos de Álvaro Uribe e Iván Duque. Fue secretaria privada de Uribe durante sus ocho años de presidencia y pieza clave en la fundación del Centro Democrático. Más recientemente, fue ministra de Trabajo e Interior en el gobierno de Duque.
Su experiencia es vista como una fortaleza estratégica para Dávila, especialmente en el acceso a financiamiento y articulación política. Sin embargo, su cercanía con figuras tradicionales del uribismo también podría restarle credibilidad a la narrativa de independencia de la candidata. “Nadie le va a creer que es ajena al establecimiento si Alicia está en su equipo”, advierte una fuente cercana al proceso.
En las encuestas, Dávila muestra fuerza inicial. En una reciente medición del Centro Nacional de Consultoría aparece liderando con el 13,6% de intención de voto, pero pierde en segunda vuelta frente a candidatos de centro como Juan Manuel Galán o Sergio Fajardo. En otra encuesta de Invamer, se ubica tercera, detrás de Fajardo y Gustavo Bolívar.
El movimiento también ha reavivado las tensiones internas en el Centro Democrático. Aunque algunos sectores especulan con una jugada directa de Uribe, tanto él como sus alfiles han negado vínculos con la decisión de Arango. “Alicia Arango no es ni enviada ni autorizada por Uribe”, dijo la senadora María Fernanda Cabal. Incluso sugirió que el expresidente Iván Duque podría estar detrás de su llegada a la campaña.
El partido uribista aún debate cómo elegir su carta presidencial para 2026: si por encuestas, como propone Uribe, o por consulta, como plantea Cabal. En cualquier escenario, el ingreso de Arango al equipo de Dávila abre una nueva etapa en la carrera presidencial, y podría significar una convergencia entre la derecha tradicional y una nueva derecha mediática.