La venta de vivienda de interés social en mayo de 2023 cayó en un 66% en Colombia, en comparación con el mismo mes de 2022, y en Boyacá la situación es igual. Según Ana Elvia Ochoa, gerente de Camacol para Boyacá y Casanare, el sector no da señales de recuperación.
“Seguimos con el orden del 52% mostrando cifras muy inferiores a las ventas del 2021 y 2022, incluso niveles más bajos que los que registramos en pandemia y muy similares a los del 2012″, afirmó.
Dice que el procedimiento se modificó y la operatividad del nuevo esquema no ha funcionado fácil.
“Desde que iniciaron las asignaciones del programa Mi Casa Ya para Boyacá de las 1.200 unidades de vivienda que estaban esperando su subsidio solamente han logrado a la fecha aproximadamente 300 y el ritmo de asignación ha sido lento”, mencionó.
Otras complejidades tienen que ver con el represamiento, según Ochoa, que traen de 2022, “están las nuevas familias, pero el procesamiento operativo con bancos, el Sisben, las visitas, los criterios de asignación con el Ministerio de Vivienda no han llegado a su punto de funcionamiento ideal, lo cual hace que sigan generando muchas dificultades”, dijo.
La gerente de Camacol Boyacá, Ana Elvia Ochoa, pidió al Gobierno evaluar lo que está haciendo. “Es necesario revisar ese criterio de asignación porque vamos a llegar a diciembre y no hemos podido sacar las del 2022″.
Ochoa dijo que usualmente en los primeros cinco meses del año se vendían alrededor de dos billones de pesos y este año en ese mismo periodo apenas llevamos un billón de pesos en Boyacá, eso que quiere decir, que hubo una reducción del 50% y en ese sentido toda la cadena de valor asociada va a generar una reducción.
“Estamos hablando de 8 o 9 meses cuando ya los proyectos alcancen el punto de equilibrio pues no va a haber toda esa vivienda para generar nueva demanda de materiales de construcción y lógicamente la mano de obra y adicionalmente tenemos un indicador que son los lanzamientos”, explicó.
Agregó: “ni siquiera en pandemia tuvimos esas cifras tan negativas, nosotros estimamos que en el mediano plazo la situación continuará y podríamos estar hablando de una reducción de 6 mil empleos en el corredor Tunja – Sogamoso que de manera directa, usualmente ha demandado unos 12 – 13 mil empleos, como las ventas han caído a la mitad y los lanzamientos a más de la mitad en el mediano plazo vamos a tener una reducción de 6 mil empleos generados por el sector de la construcción”.
Fuente: W Radio